Chomsky y Courie

Chomsky es un conejo holandés gris de patrón quebrado y de aproximadamente dos años. De complexión redondeada y preta, ojos grandes y vivos, orejas cortas y fuertes, su anatomía sigue muy bien los criterios europeos de la raza convirtiendolo en un hermoso ejemplar.



Es de caracter afable y juguetón. Poco territorial y muy tranquilo.
Le gustan las carreras matutinas, pasear y seguir o recibir al dueño y jugar con el balón, llegando al extremo de llevarlo junto al dueño para que se lo lance.
Le encanta que lo acaricien y, aunque no lo pide, acostumbra a tumbarse junto al dueño por si le cae alguna caricia o hay oportunidad de jugar.
Es muy cariñoso, no perdiendo oportunidad de lamer la mano del dueño.
No le gusta, aunque lo acepta, que le cojan. Tampoco le gusta que le cepillen, aunque no da problemas siempre y cuando el dueño se imponga un poco.
Para él es una tortura que le corten las uñas. Esto se justifica por que la primera vez que se le cortaron fue cuando tenía cerca del año y medio por lo que hubo que prestar bastante atención y cuidado a las uñas para que se fortalecieran.
Es, en resumen, una excelente y cariñosa mascota.

Courie es una coneja holandesa marrón de patrón dutch y de entre nueve meses y un año de edad. Tiene una complexión más esvelta y marcada que la de Chomsky siguiendo muy bien los criterios británicos de la raza.



Es muy independiente y ágil, nada territorial y bastante activa.
La gustan las carreras matutinas, curiosear y comer preferiblemente la comida de Chomsky que, aunque es igual, tiene el atractivo de que no es la suya.
La gusta que la acaricien llegando a tumbarse a todo el largo que dé para recibir los mimos. De hecho, se tumba en cuarquier parte después de una buena exploración de los rincones de interés del lugar.
Como coneja independiente es cariñosa a su manera y tiene bastante caracter, aunque tampoco pierde oportunidad de lamer las manos del dueño. Incluso llega a subirse al regazo del dueño ella sola (con clara intención de otear el lugar más que de recibir caricias).
No la gusta, aunque lo acepta, que la cojan. Tampoco le gusta que la cepillen o la corten las uñas; dando, en esta ultima actividad, muchos menos problemas que Chomsky.
Como madre, habiendo tenido sólo una camada, podemos decir que parece ser excelente. Con una gran camada (ocho gazapos), parió rápidamente y sin contratiempos. También cuida atentamente a sus crías que van creciendo alegre y saludablemente. Además, permite la intromisión del dueño y terceras personas sin señal alguna de agresividad.
Es, en resumen, una excelente conejo y madre, y una buena mascota.

Por avatares del destino, Curie murió a los 15 días del parto. Una pena para nosotros, para Chomsky que aún hoy sigue algo deprimido y para los gazapos que, aunque se mantienen alegres y juguetones, no tendrán el placer de permanecer un tiempo más con su madre.

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